Casa K surge del reto de proyectar una casa para una familia de 6 integrantes en un terreno que forma parte de un lote familiar, donde se busca la separación sutil entre ésta y las demás viviendas. En una zona mayormente arbolada y gozando de un clima tropical, la casa se adapta al entorno buscando aprovechar las mejores vistas, ventilación natural y al mismo tiempo rodearse en gran manera de la vegetación existente. El programa de la casa busca siempre la interacción entre los miembros de la familia y el exterior, manteniendo la privacidad necesaria para los usuarios.
